VIDA DE RAFAEL URDANETA
Rafael Urdaneta nació en Maracaibo (Capitanía General de Venezuela, entidad administrativa del Imperio Español ; actual Venezuela ) un 24 de octubre de 1788 - y muere en París, Francia, un 23 de agosto de 1845). Militar y político venezolano, prócer de la Independencia de Venezuela y presidente de la Gran ColombiaRafael José Urdaneta Farías fue hijo del matrimonio entre Miguel Jerónimo Urdaneta Barrenechea y Troconis y de María Alejandrina Farías Troconis, ambos de ascendencia española.
Hizo sus estudios de primaria en su tierra natal; luego ingresó al Seminario de Caracas donde cursó Latinidad. Regresa a su ciudad en 1799, donde estudió filosofía en el convento de franciscanos. Con el fin de ampliar su formación intelectual, viajó a Santa Fe de Bogotá en 1804, llamado por su tío Martín de Urdaneta y Troconis, quien desempeñaba el empleo de contador mayor del Tribunal de Cuentas.
En Bogotá estudió en el Colegio de San Bartolomé y fue nombrado Oficial Tercero del Tribunal, responsable por los pagos a las tropas del Virreinato de la Nueva Granada. Allí también adquirió experiencia en la administración de personal militar. Por su desempeño, recibió las felicitaciones de la Junta Real de Hacienda.
VIDA MILITAR
El 20 de julio de 1810 se incorporó al movimiento revolucionario que estalló en Santa Fe de Bogotá y tres días más tarde, pasó a las filas del batallón de Voluntarios de la Guardia Nacional creado por la Junta Suprema de Santa Fe. El 1 de noviembre de 1810 fue creado el primer batallón de la Nueva Granada, en el que Urdaneta, se incorporó con el grado de teniente. En ese batallón también se iniciaron militarmente otros notables protagonistas de la guerra de independencia como Atanasio Girardot,Francisco de Paula Santander, Antonio Ricaurte y José D'Elhuyar.
Urdaneta participó en varias acciones durante la Campaña Admirable liderada por Simón Bolívar , destacándose bajo las órdenes del coronel José Félix Ribas el 2 de julio de 1813 en la batalla de Niquitao y siendo decisivo en el triunfo de la batalla de Taguanes contra las fuerzas realistas del Coronel Julián Izquierdo. En el informe al Congreso de la Unión en Tunja, Bolívar describió a Urdaneta comodigno de recomendación y acreedor de todas las consideraciones del gobierno por el valor e inteligencia con que se distinguió en la acción.
Después fue protagonista en numerosas acciones militares, entre las cuales destacan la batalla de Bárbula en 1813, la retirada hacia Oriente en 1814, la toma de Maracaibo en 1821 y la marcha hacia San Carlos, previa a la batalla de Carabobo, en la cual no pudo participar por órdenes de Bolívar, dado el grado de agotamiento de sus tropas. Sin embargo, por los servicios prestados, Bolívar pidió su ascenso a General en Jefe.
Posteriormente quiso acompañar al ejército libertador en las Campañas del Sur, pero no fue aceptado, ya que estimaron que su presencia era más importante en Colombia. En el 1824 fue nombrado Intendente del Zulia.
Fue uno de los jefes más leales a Bolívar. En 1828, desde la Secretaría de Guerra, le tocó juzgar a los responsables de la llamada Conspiración Septembrina, que atentaron contra Bolívar para ese momento presidente de la Gran Colombia.
Convencido de la culpabilidad de Francisco de Paula Santander, lo condenó por no haber impedido la "conspiración contra el jefe supremo de la nación".
En 1830, en el Congreso Admirable trató de salvar la obra bolivariana y la unidad de la Gran Colombia encargandose de la presidencia al derrocar a Joaquin Mosquera, siendo el último presidente de la Gran Colombia. Muerto Bolívar, Urdaneta propuso se convocase al pueblo para decidir sobre el Gobierno y renunció al mando. En 1831 celebró en Apulo una entrevista con el vicepresidente Domingo Caicedo y firmaron un acuerdo. Allí mismo pidió Urdaneta pasaporte. Escaparía al asesinato milagrosamente y se traslado a Santa Marta.
En Tunja, el presidente de la Unión, Camilo Torres Tenorio, les dio apoyo a Urdaneta y sus tropas para continuar la lucha en Venezuela, pero el Congreso de las Provincias Unidas primero le encomendó a Bolívar someter a Manuel de Bernardo Álvarez, quien gobernaba la provincia de Cundinamarca, la cual no formaba parte de la federacion. Urdaneta sirvió con Bolívar, quien se tomó a Santa Fe el 12 de diciembre de 1814; con este triunfo consolidó la federación granadina. Por su actuación en Nueva Granada, Urdaneta fue ascendido a general de división el 5 de enero de 1815, cuando apenas contaba con 27 años de edad.
El 25 de noviembre de 1815, el brigadier realista Sebastián de la Calzada marchaba desde Venezuela hacia Nueva Granada con unos 1.600 infantes, cuando se consiguió con Urdaneta al mando de otros mil. El encuentro ocurrió en el río Chitagá, cuyo paso Urdaneta inmediatamente trató de impedir, pero debido al bajo nivel del río, tal acción no fue imposible y entraron en combate. La batalla comenzó a las cinco de la mañana y terminó a las cuatro y media de la tarde con una derrota avasallante para Urdaneta, que apenas pudo escapar con unos 200 hombres a Cácota de Velasco.
Por la pérdida de esta batalla, Urdaneta fue llevado a Consejo de Guerra para justificar su actuación frente al Congreso de Nueva Granada, pero fue absuelto a principios de 1816. El general ,Pablo Morillo, jefe de las fuerzas expedicionarias inmediatamente aplicó el "Régimen del Terror" que comenzó en Cartagena y ejecutó a los líderes patriotas a quienes pudo echar mano.
ULTIMA PARTE DE SU VIDA.
Al salir desterrado de Colombia en 1832 Venezuela le cerraría sus puertas. Mucho más tarde, después de haber perdido su fortuna en el exilio, se le permitiría vivir en la provincia de Coro. Allí tuvo la satisfacción de que se le eligiese representante al Congreso. Fue Ministro en el Gabinete del presidente Carlos Soublette. Cumpliría comisión en Angostura a la muerte de Hereoes. Su última actuación como político la realizó en 1845, cuando fue nombrado ministro plenipotenciario y enviado extraordinario de Venezuela ante el gobierno de España para entregar las ratificaciones del Tratado de Reconocimiento, de Paz y Amistad, celebrado en Madrid el 30 de marzo de ese año y aprobado por las cámaras del Congreso de Venezuela. Durante el viaje cayó enfermo y se sometió a un examen médico durante una escala en Londres. Los médicos recomendaron una intervención quirúrgica que Urdaneta aplazó para terminar su misión, pero a su llegada a París se agravó, y después de varios días en cama falleció el 23 de agosto de 1845
La integridad moral de Urdaneta llegó al punto de que al morir, a pesar de que como él mismo decía, dejaba como testamento una viuda y once hijos en la mayor miseria; pidió a uno de sus hijos que le acompañaba que devolviera al Tesoro Público los viáticos que no habría de utilizar si fallecía antes de concluir el viaje.
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